FUNCIONES DE LA ESCUELA
1) LA PREPARACIÓN PARA EL TRABAJO (FUNCIONALISMO)
La formación de los jóvenes para su incorporación al trabajo es sin lugar a dudas, en la práctica, la función más importante de la escuela. Suponemos que todos los puestos de trabajo requieren unos conocimientos y aptitudes mínimos y generales y que cada uno de ellos exige, además, otra serie de saberes y capacidades específicos. En consecuencia, se reclama de la escuela que en su tronco común ofrezca a todos ese denominador común general más las bases necesarias para emprender aprendizajes específicos, encarnados ya en ramas especializadas de la enseñanza reglada o no reglada y conducente a tales o cuales puestos de trabajo. Por otra parte, se supone que la gente ocupa un lugar u otro en la estructura ocupacional de acuerdo con las capacidades y destrezas adquiridas, que a su vez dependen de sus capacidades innata, su esfuerzo personal, sus disposiciones, etc. tal como se muestran en la escuela.
En la jerga más sofisticada, esto es lo que han venido y defienden los enfoques en sociología y economía de la educación conocidos, respectivamente, como funcionalista o técnico-funcionalista y del capital humano. Para los primeros, la innovación tecnológica hace que los puestos de trabajo sean cada vez más complejos, los trabajadores necesitan por ello una formación cada vez más elevada y la escuela suministra esa formación. Para los segundos, la educación es una inversión que las personas hacen en sí mismas, y las oportunidades y los ingresos que cada cual alcanza son función de su mayor o menor productividad en el trabajo, que depende del fondo común que todos poseen más la inversión específica y diferencial que han realizado en sí mismos. Ambas teorías se sustentan en el desarrollo tecnológico, el aumento en número de personas y en tiempo de la escolarización y la asociación estadística relativamente estrecha ente nivel de educación e ingresos; suponen que la escuela es o puede llegar a ser el mejor instrumento para garantizar a todos una igualdad de oportunidades de partida.
2) LA FORMACIÓN DE CIUDADANOS (REPRODUCIVISTA)
2) LA FORMACIÓN DE CIUDADANOS (REPRODUCIVISTA)
La escuela procede directamente a
la inculcación de los conocimientos, valores y actitudes que favorecen la
perpetuación de la estructura política de la sociedad de la que forma parte.
La formación del ciudadano va
mucho más allá de la transmisión de mensajes portadores de ideas o valores.
Paralelamente a ésta o a la administración y evaluación de conocimientos, en la
institución escolar niños y jóvenes son manejados como integrantes de
agregados. Por primera vez en su vida no son tratados como individualidades con
sólo nombre propio, sino como estudiantes de tal o cual curso, alumnos
matriculados en este o aquel centro, componentes de un grupo u otro, es decir,
como integrantes de colectivos. En terminología sociológica esto se designa
como el paso de particularistas a roles universalistas que son comprendidos y
asumidos o afrontados como tales con independencia de quién los desempeñe. La
escuela es una institución que gestiona colectivos más que individuos, y los
alumnos aprenden en ella a comportarse como miembros de aquellos porque así es
como la sociedad espera de ellos que se comporten el día de mañana. Esto no
debe entenderse en el sentido de que la escuela estimule la actividad colectiva
espontánea o auto organizada, pues lo que hace justamente lo contrario.
Las escuelas son escenarios de
formas de participación que reproducen en miniatura, aunque con importantes
modificaciones, la estructura general del Estado. Dentro de ella aprenden, por
ejemplo, a que otros los representen en lugar de actuar por sí mismos, a no
poder revocar a sus delegados sino hasta la próxima convocatoria electoral, a
que sus conflictos sean resueltos a través de la mediación de órganos basados
en la delegación y así sucesivamente.
Bibliografía:
- “LA ESCUELA A EXAMEN” Mariano Fernández Enguita. EUDEMA 1993
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