viernes, 16 de noviembre de 2018

La McDonalizacion de la escuela: a propósito de “Educación, identidad y papas fritas baratas”

La McDonalización de la escuela se refieren a la penetración de los principios que regulan la lógica de funcionamiento de los fast food en espacios cada vez más amplios de la vida social en el capitalismo contemporáneo, se concentra en diferentes planos articulados, caracterizan las formas dominantes de reestructuración.
La escuela está sometida a la lógica privatizante que orienta el ambicioso programa de reformas estructurales impulsado por el neoliberalismo. De carácter antidemocrático y excluyente con tendencia a pensar y a reestructurar las instituciones educacionales bajo el modelo de ciertos padrones productivistas y empresariales. Las escuelas y los McDonald`s tienen bastantes cosas en común de lo que en general suponemos.

  




Para el neoliberalismo la crisis educacional es una crisis de eficiencia, eficacia y productividad.
En la producción de toda mercancía, lo importante no es solo la “cosa” producida (la hamburguesa o el conocimiento oficial) sino la dinámica que asume la producción histórica de tales mercancías, sean ellas un subproducto de la industria de la comida rápida o de la industria escolar, en ambos la mercancía debe ser ofrecida de  manera rápida y según ciertas normas de control de la eficiencia y la productividad. Este modelo tiene una cierta destreza para desempeñarse en el mercado de la alimentación “al paso”, por el contrario, la escuela no lo ha sido en lo que hace a sus funciones educativas.
Los principios que regulan la práctica cotidiana de los Mc-Donald’s podría aplicarse a las instituciones escolares que pretenden recorrer la senda de la excelencia: “calidad, servicio, limpieza y precio”. La escuela, pensada y diseñada como una institución prestadora de servicios, debe asumir esos principios de probada eficacia para alcanzar cierto liderazgo en cualquier mercado.
Los fast-food surgen para responder a una demanda de la moderna sociedad proindustrial. Una gran destreza administrativa ha permitido que esta empresa conquiste un importante nicho en el mercado de la comida rápida. Los mercados expresan siempre tendencias y necesidades heterogéneas.
Si el sistema escolar debe configurarse como mercado educacional, las escuelas deben definir estrategias competitivas para actuar en tales mercados. McDonaldizar la escuela supone pensarla como una institución flexible que debe reaccionar a los estímulos (las señales) que emite un mercado educacional altamente competitivo. La educación escolar debe garantizar las funciones de selección, clasificación y jerarquización de los postulantes a los futuros empleos (o a los empleos del futuro). Para los neoliberales, en esto reside la “función social de la escuela”. Semejante desafío sólo puede ser alcanzado en un mercado educativo que sea él mismo que una instancia de selección, clasificación y jerarquización; en suma, un espacio altamente competitivo.
Naturalmente, la necesidad de permitir y promover la competencia interinstitucional explica el énfasis neoliberal en desarrollar mecanismos de desregulación y flexibilización de la oferta educativa, los cuales se articulan a la creación de condiciones que permitan ejercitar la capacidad de “libre” elección por parte de aquellos consumidores de bienes simbólicos que despliegan todas sus estrategias competitivas en el mercado escolar.
La posibilidad de construir las bases de un mercado escolar competitivo, entre otros factores, de la difusión de rigurosos criterios de competencia interna que regulen las prácticas y las relaciones cotidianas en la escuela, similar a lo que sucede en los Mc Donald’s.
Analizando las actuales condiciones del desarrollo capitalista es más probable que a los McDonald’s les cabe mejor futuro que a la escuela pública, y que las hamburguesas y papa fritas baratas se democraticen más rápido que el conocimiento.



Bibliografía:
  • “Cultura, política y currículo” ensayos sobre la crisis de la escuela pública. Gentili,P. Losada Bs. As. (1997)



SAMUEL BOWLES Y HERBERT GINTIS

Fueron economistas norteamericanos, escribieron Schooling in Capitalist América (1976), libro que se ocupa del entorno institucional en el desarrollo del sistema escolar moderno y en que postulan su teoría de la “correspondencia”
Teoria de la Correspondencia “En la escuela se desarrollan unas relaciones sociales que se corresponden miméticamente con las relaciones sociales de producción”.

Parten del análisis: del fracaso de las reformas de la educación secundaria norteamericana, inspiradas por intelectuales y movimientos liberales, que trataron de implementar una educación que fuera expresión de los valores democráticos y liberadora de la personalidad individual.

La escuela ha evolucionado hacia una forma de educación “burocrática”, que impide la igualdad y el desarrollo personal está organizada para producir la conciencia y las relaciones sociales adecuadas para formar el futuro trabajador
Bowles y Gintis Sostienen que la desigualdad en el capitalismo no radica en deficiencias de tipo individual, tal como teoriza la visión liberal de la educación, sino en la estructura de la producción y en las relaciones de propiedad.
De ahí su consideración de la educación como reproductora de la desigualdad a través de la legitimación de la asignación de individuos a posiciones económicas a partir de méritos ostensiblemente objetivos (forma simbólica en el proceso de legitimación en la educación).

La educación moderna, sugieren, debería entenderse como respuesta a las necesidades económicas del capitalismo industrial.
Las escuelas ayudan a suministrar las capacidades técnicas y sociales que necesita la empresa industrial; infunden respeto por la autoridad y disciplina en la mano de obra.
La reproducción de las relaciones sociales de la producción, tienen en última instancia el mismo puesto de trabajo, pero la escuela adquiere un protagonismo creciente como institución de control social de la fuerza de trabajo. 
Bowles y Gintis llevan la teoría de la reproducción hasta el límite y fue una de las teorías más controversiales de la sociología de la educación.




Bibliografía:


  • “Sociología de la educación. Una aproximación critica a las corrientes contemporáneas” Bonal, X. Paidós Barcelona. Cap. 2 y 3 Glosario.
FUNCIONES DE LA ESCUELA

1) LA PREPARACIÓN PARA EL TRABAJO (FUNCIONALISMO)

La formación de los jóvenes para su incorporación al trabajo es sin lugar a dudas, en la práctica, la función más importante de la escuela. Suponemos que todos los puestos de trabajo requieren unos conocimientos y aptitudes mínimos y generales y que cada uno de ellos exige, además, otra serie de saberes y capacidades específicos. En consecuencia, se reclama de la escuela que en su tronco común ofrezca a todos ese denominador común general más las bases necesarias para emprender aprendizajes específicos, encarnados ya en ramas especializadas de la enseñanza reglada o no reglada y conducente a tales o cuales puestos de trabajo. Por otra parte, se supone que la gente ocupa un lugar u otro en la estructura ocupacional de acuerdo con las capacidades y destrezas adquiridas, que a su vez dependen de sus capacidades innata, su esfuerzo personal, sus disposiciones, etc. tal como se muestran en la escuela. 
En la jerga más sofisticada, esto es lo que han venido y defienden los enfoques en sociología y economía de la educación conocidos, respectivamente, como funcionalista o técnico-funcionalista y del capital humano. Para los primeros, la innovación tecnológica hace que los puestos de trabajo sean cada vez más complejos, los trabajadores necesitan por ello una formación cada vez más elevada y la escuela suministra esa formación. Para los segundos, la educación es una inversión que las personas hacen en sí mismas, y las oportunidades y los ingresos que cada cual alcanza son función de su mayor o menor productividad en el trabajo, que depende del fondo común que todos poseen más la inversión específica y diferencial que han realizado en sí mismos. Ambas teorías se sustentan en el desarrollo tecnológico, el aumento en  número de personas y en tiempo de la escolarización y la asociación estadística relativamente estrecha ente nivel de educación e ingresos; suponen que la escuela es o puede llegar a ser el mejor instrumento para garantizar a todos una igualdad de oportunidades de partida.


2) LA FORMACIÓN DE CIUDADANOS (REPRODUCIVISTA)

La escuela procede directamente a la inculcación de los conocimientos, valores y actitudes que favorecen la perpetuación de la estructura política de la sociedad de la que forma parte.
La formación del ciudadano va mucho más allá de la transmisión de mensajes portadores de ideas o valores. Paralelamente a ésta o a la administración y evaluación de conocimientos, en la institución escolar niños y jóvenes son manejados como integrantes de agregados. Por primera vez en su vida no son tratados como individualidades con sólo nombre propio, sino como estudiantes de tal o cual curso, alumnos matriculados en este o aquel centro, componentes de un grupo u otro, es decir, como integrantes de colectivos. En terminología sociológica esto se designa como el paso de particularistas a roles universalistas que son comprendidos y asumidos o afrontados como tales con independencia de quién los desempeñe. La escuela es una institución que gestiona colectivos más que individuos, y los alumnos aprenden en ella a comportarse como miembros de aquellos porque así es como la sociedad espera de ellos que se comporten el día de mañana. Esto no debe entenderse en el sentido de que la escuela estimule la actividad colectiva espontánea o auto organizada, pues lo que hace justamente lo contrario.
Las escuelas son escenarios de formas de participación que reproducen en miniatura, aunque con importantes modificaciones, la estructura general del Estado. Dentro de ella aprenden, por ejemplo, a que otros los representen en lugar de actuar por sí mismos, a no poder revocar a sus delegados sino hasta la próxima convocatoria electoral, a que sus conflictos sean resueltos a través de la mediación de órganos basados en la delegación y así sucesivamente.


Bibliografía:

  •  “LA ESCUELA A EXAMEN” Mariano Fernández Enguita. EUDEMA 1993


jueves, 15 de noviembre de 2018

EDUCACIÓN 

Para Karl Marx la educación es de naturaleza clasista que constituye un mero instrumento ideológico en manos de la clase dominante para perpetuar la relación de clases existentes, es decir para reproducir las condiciones (ideas, hábitos, formas de conducta) que la mantienen en el poder.

La educación cumple una función conservadora del orden social existente cuya característica fundamental, en el modo de producción capitalista, es la explotación de la clase obrera por parte de la clase propietaria de los medios de producción.

En la sociedad socialista Marx sostiene que la educación debe procurar el desarrollo del "potencial humano" y para ello es necesario unir la enseñanza con el trabajo productivo; no sólo como método de aumentar la producción social, sino también como el único método que permite producir hombres plenamente desarrollados.

El contenido pedagógico de la enseñanza socialista comprende tres cosas: "Primera: enseñanza intelectual. Segunda: educación física, tal como se imparte en las escuelas de gimnasia, y por medio ejercicios militares. Tercero: adiestramiento tecnológico, que transmita los fundamentos científicos generales de todos los procesos de producción, y que, al mismo tiempo, introduzca al niño y al adolescente en el uso práctico y en la capacidad de manejar los instrumentos elementales de los oficios. La unión de trabajo productivo remunerado, enseñanza intelectual, ejercicio físico y adiestramiento politécnico, elevará a la clase trabajadora por encima de las clases superiores y medias. 

Con respecto a la relación entre la escuela, el Estado y la Iglesia sostiene que Estado y gobierno son dos cosas diversas, que la enseñanza puede ser estatal sin estar bajo el control del gobierno; declaraba rechazar absolutamente la idea de una educación popular a cargo del Estado.

En lo relativo a los contenidos de la enseñanza, Marx defiende la objetividad, es decir, se deben excluir todas las materias que admitan una interpretación de partido o de clase. Únicamente materias tales como las ciencias naturales, la gramática, etc., pueden enseñarse en las escuelas.



Max Weber aborda tres cuestiones centrales que puede configurar una teoría sociológica sobre la educación: a) la homología estructural iglesia-escuela; b) los tipos de educación; y c) las relaciones entre escuela y burocracia. 

a) La homología estructural iglesia-escuela
En la sociología de Weber la escuela, junto con la familia y el aparato eclesiástico son asociaciones de tipo hierocrático. Los bienes que distribuye la escuela son los bienes culturales (son bienes de este mundo). La clave del planteo weberiano está en el concepto de dominación. Por dominación "debe entenderse la probabilidad de encontrar obediencia a un mandato determinado contenido entre personas dadas". Ejercer dominio sobre alguien no es lo mismo que ejercer poder. El poder "significa la probabilidad de imponer la propia voluntad dentro de una relación social aun en contra de toda resistencia y cualquiera que sea el fundamento de esa probabilidad". La relación de dominación implica obediencia al mandato en virtud de la creencia, por parte del dominado, en la legitimidad del dominador y del mandato que éste impone; el dominador autoridad sobre el dominado. Es el caso de la relación entre el niño y sus padres, entre el alumno y sus maestros. Sin aquella creencia no es posible la dominación. 

En términos de Weber, la función de la escuela no se limita a definir y delimitar la cultura legítima, sino que la impone como tal, y también crea hábitos de conducta puesto que conforma a la juventud. "Ortodoxia y heterodoxia, dignos e indignos: esa batalla se da dentro del ámbito de la coacción psíquica. Ser definido socialmente como culto o inculto, sano o enfermo, buen o mal hijo: éste es el juego, éstas son las categorías de la coacción psíquica, y esta cuestión forma parte esencial de lo que se dirime en el sistema de enseñanza. 

La escuela resulta un eficaz aparato de dominación porque el sistema escolar reúne las condiciones estructurales necesarias para llevar a cabo esa función. i) El fundamento de su dominación reside en poseer el monopolio de la administración de los bienes culturales de cuya distribución se encarga, mediante la acción sistemática de un conjunto de agentes especialmente entrenados para ello. Éstos forman un cuerpo de especialistas autorizados para ejercer el mandato. ii) El sistema escolar no sólo forma a los especialistas, sino que es el encargado de reclutarlos de acuerdo a pautas que él mismo se da, con lo cual se asegura la continuidad de la tarea de imposición y la orientación que se toma. iii) Se ocupa de regular la conducta del cuerpo de funcionarios y con ello, se garantiza la permanencia en el sistema solamente de los que se someten a sus reglas; de este modo asegura la continuidad del sistema. iv) Como el sistema escolar actúa de manera continua sobre aquellos que se someten a su acción, puede crear hábitos y disposiciones que permanecen una vez concluida la acción de la escuela.

b) Los tipos de educación (la tercera cuestión forma parte de la segunda):

1) Educación especializada: Apunta a la formación del especialista, del técnico, es decir, de alguien capaz de actuar con eficiencia y eficacia en su campo; sirve a los fines administrativos. Por ejemplo la burocracia. 
Aquí se privilegia la instrucción, transmisión de contenidos con finalidad práctica y con fines administrativos, no la educación o formación.

2) Educación humanista: Tiene como objetivo cultivar un modo de vida que implica determinadas conductas y actitudes plasmadas en un ethos particular. 
Es la educación de un estamento o casta particular, de un grupo de status, que define su posición social en términos de estilos de vida. El grupo de status es la encarnación de una cultura y un modo de vida considerados socialmente como superiores.
Esta educación exige tiempo y vigilancia constante por parte del maestro. El internado constituye la forman más efectiva de lograr los objetivos de la educación humanista. En el internado todo se desarrolla de acuerdo a un plan preestablecido, durante las clases y fuera de ellas. El papel del maestro es el de un "formador", un verdadero "educador", no el de un simple instructor.

3) Educación carismática: Tiene como objetivo despertar cualidades personales en cierto modo excepcionales; se supone que el individuo posee un "don de gracia" puramente personal, que la educación de los hombres debe despertar y poner a prueba. Es la educación de los hombres elegidos por el destino para cumplir una función. 

El carisma no se enseña, no se puede transmitir. El maestro debe "extraer" las cualidades que ya posee el alumno, estimularlas y ponerlas a prueba; debe ayudarlo a descubrir su propia identidad, hacerlo "renacer". Este renacimiento se consagra con el diploma. El proceso educativo se convierte en una carrera de obstáculos (los exámenes), en un proceso de selección.


Emile Durkheim realiza un análisis científico del fenómeno educativo. Parte de un supuesto fundamental: la sociedad, que él considera una verdadera "personalidad moral", tiene preeminencia absoluta sobre el individuo. Si retiráramos de éste "todo lo que recibe de la sociedad caería en el rango animal. No admite la separación entre el individuo y la sociedad, ambos se implican mutuamente, pero es siempre la sociedad la que precede al individuo y define las pautas a las que éste debe ajustarse. 
El mecanismo de que dispone la sociedad para ejercer su influencia sobre el individuo es la educación; ésta consiste, según Durkheim, en la socialización metódica de la nueva generación. "...lejos de que la educación tenga por objeto único y principal al individuo y sus intereses, ella es ante todo el medio por el cual la sociedad renueva perpetuamente las condiciones de su propia existencia. La sociedad sólo puede vivir si entre sus miembros existe una suficiente homogeneidad. La educación perpetúa y refuerza esa homogeneidad fijando por adelantado en el alma del niño las similitudes esenciales que supone la vida cotidiana; asegura la persistencia de esa diversidad necesaria diversificándose ella misma y especializándose. Su principal objetivo es la formación del "ser social"; al que Durkheim define como "un sistema de ideas, de sentimientos, de costumbres que expresan en nosotros, no nuestra personalidad, sino el grupo o  los grupos diferentes de que formamos parte; tales son las creencias religiosas, las creencias y las prácticas morales, las tradiciones nacionales o profesionales, las opiniones colectivas de toda clase". Como podemos ver, la función de la educación es de creación, de construcción de un ser nuevo, el ser social, es decir, un individuo capaz de llevar una vida social y moral.
Durkheim advierte que la educación, efectivamente, reúne las condiciones necesarias para ser objeto de una ciencia. En primer lugar, la educación que se aplica en una sociedad en un determinado de su evolución es un conjunto de prácticas , de maneras de hacer, de costumbres, que constituyen hechos perfectamente definidos y que tienen la misma realidad que los demás hechos sociales. Todas las prácticas educativas, cualesquiera que sean, cualquiera sea la diferencia que haya entre ellas, tienen en común un carácter esencial: todas resultan de la acción ejercida por una generación sobre la generación siguiente con el fin de adaptar a ésta al medio social en el que debe vivir. 
Por otra parte, las prácticas educativas correspondientes a una sociedad, no son hechos aislados unos de otros; " para una misma sociedad, están ligadas a un mismo sistema cuyas partes contribuyen todas a un mismo fin: es el sistema de educación propio de ese país en ese momento [...] Las similitudes que presenta su organización general deben arrastrar necesariamente otras, de la misma importancia, en su organización educativa. En consecuencia, se puede sin duda, por comparación, separando las semejanzas y eliminando las diferencias, constituir los tipos genéricos de educación que corresponden a las diferentes especies de sociedades".
La Ciencia de la educación aborda dos conjuntos de problemas, uno se refiere a la génesis y el desarrollo de los sistemas educativos, el otro a su funcionamiento. Y lo hace utilizando los métodos que Durkheim considera propios de la sociología positiva: observación, clasificación, comparación , explicación causal.
En su argumentación, sostiene que solamente la Ciencia de la educación puede ocuparse del fenómeno educativo porque es la única que puede analizarlo íntegramente como fenómeno y como proceso social, y también, porque permite explicarlo mediante su vinculación las foras sociales de las cuales emerge, cosa que nunca podrá hacer la pedagogía. Para Durkheim, la pedagogía no es una ciencia sino una "teoría práctica", una reflexión dirigida a orientar ka acción, a definir el deber ser de la educación. Para cumplir este cometido, debe fundamentar reflexión en una ciencia, es decir, en un conjunto de estudios que puedan explicar lo que la educación es.


EL PROCESO DE SOCIALIZACIÓN Y EL PROCESO DE EDUCACIÓN 

La misma función de "mantenimiento y conservación" que tienen las estructuras sociales, así como los mecanismos de control social de las mismas, cumplen con la "función de enseñanza de roles. Al resultado de esta "enseñanza de roles" lo denominamos "proceso de socialización. Este proceso de socialización, y conforme a esta caracterización es distinto del proceso de educación debido a que no estamos ante la presencia de una "función manifiesta" de enseñar y aprender, y por lo tanto, ni los roles, ni la relación social ni la estructura social tienen o ejercen esa función manifiesta, aunque es evidente que se presenta una función de aprendizaje de roles. Esta función de aprendizaje, sin embargo es sólo una función latente que emerge de la mera "participación" en ese grupo o estructura social; pero ese grupo no tiene la función manifiesta y específica de enseñar y aprender roles. El proceso de educación se puede presentar en cualquier estructura social, pero en la medida en que se cumple con la función manifiesta de enseñar y aprender determinados contenidos culturales en función de una meta cultural. Y cuando no se presenta esta función manifiesta, no hay proceso de educación, sino de socialización; y esto, por cierto, también puede ocurrir en una escuela o en una familia. 

BibliografÍa:
Ana María BrÍgido “SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN TEMAS Y PERSPECTIVAS FUNDAMENTALES”
AGULLA, J. C. (1968) Sociología de la educación. Buenos Aires. Paidós. Capítulo V: La educación como objeto de la sociología.